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Descubierta la Orquídea Maitamá: un nuevo tesoro botánico de los páramos de Sonsón

  • Foto del escritor: Viboral Biodiverso
    Viboral Biodiverso
  • hace 10 horas
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: hace 1 hora


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En el año 2019, un grupo de estudiantes universitarios apasionados por la fotografía de naturaleza emprendió una caminata hacia el páramo de Las Palomas, en el municipio de Sonsón, Antioquia. Con cámaras al hombro y ojos atentos al detalle, se detuvieron una y otra vez ante orquídeas silvestres cuyas formas, colores y texturas capturaban la mirada. Tomaron decenas de fotografías de plantas durante todo el ascenso, enfocándose en orquídeas que, por su diversidad y belleza, llamaban la atención de cualquier visitante. Al regresar, decidieron registrar sus observaciones en la aplicación NaturaLista Colombia, sin imaginar que con ello estaban abriendo la puerta a un hallazgo científico de gran trascendencia.


Muchas de aquellas imágenes fueron identificadas inicialmente como Pleurothallis dunstervillei, una especie con la que guardaba un parecido superficial. Sin embargo, la revisión más cuidadosa reveló diferencias que no podían pasarse por alto: la forma del labelo, los patrones de manchas en los pétalos y la robustez de las hojas mostraban que estas plantas no encajaban del todo con la especie conocida. Fue entonces cuando Mark Wilson, especialista mundial en Pleurothallidinae, observó las fotografías en la plataforma y comprendió que estaba ante una novedad taxonómica. Ese hallazgo fortuito a través de la ciencia ciudadana dio origen a un proceso colaborativo entre los botánicos Yudy Gallego-Franco, David Sánchez-Gómez y el propio Wilson, quienes emprendieron el trabajo de descripción formal de una nueva especie para la ciencia. Así nació Pleurothallis maitamae, conocida ahora como la Orquídea Maitamá.


David Sánchez y Yudy Gallego durante la primera salida de campo en el páramo de Sonsón, donde comenzaron las observaciones que llevarían al descubrimiento y descripción de la Orquídea Maitamá (Pleurothallis maitamae).
David Sánchez y Yudy Gallego durante la primera salida de campo en el páramo de Sonsón, donde comenzaron las observaciones que llevarían al descubrimiento y descripción de la Orquídea Maitamá (Pleurothallis maitamae).

¿Qué es Pleurothallis maitamae?


La nueva especie habita exclusivamente en el páramo de Las Palomas, dentro del Distrito Regional de Manejo Integrado Páramo de Vida Maitamá – Sonsón. Sus poblaciones se encuentran entre los 2600 y 3000 metros de altura, en la transición entre el bosque altoandino y el páramo, en lugares húmedos, fríos y cubiertos casi siempre por la niebla. Allí crece como epífita, sobre troncos vivos o muertos, compartiendo espacio con musgos, líquenes y otras orquídeas. Es un ambiente de gran fragilidad ecológica, pero también de enorme riqueza biológica.


Figura 1. Lámina digital compuesta de Pleurothallis maitamae. A. Flor completa (vista frontal). B. Labelo (vista frontal). C. Labelo (vista lateral). D. Columna y ovario (vista lateral). E. Posición de la antera, polinios y labelo en relación con la columna (vista lateral). F. Flor y pedicelo en antesis (vista lateral). G. Botón floral (vista lateral). H. Polinios (vista frontal). I. Tapa de la antera (vista posterior). J. Tapa de la antera (vista frontal). K. Disección floral de sépalos, pétalos y labelo. L. Hábito. Lámina preparada por Sánchez-Gómez a partir del holotipo Sánchez & Gallego YAG200.
Figura 1. Lámina digital compuesta de Pleurothallis maitamae. A. Flor completa (vista frontal). B. Labelo (vista frontal). C. Labelo (vista lateral). D. Columna y ovario (vista lateral). E. Posición de la antera, polinios y labelo en relación con la columna (vista lateral). F. Flor y pedicelo en antesis (vista lateral). G. Botón floral (vista lateral). H. Polinios (vista frontal). I. Tapa de la antera (vista posterior). J. Tapa de la antera (vista frontal). K. Disección floral de sépalos, pétalos y labelo. L. Hábito. Lámina preparada por Sánchez-Gómez a partir del holotipo Sánchez & Gallego YAG200.

La flor de Pleurothallis maitamae es de tamaño medio dentro de su grupo, con una coloración que va del amarillo pálido al crema, adornada por manchas púrpura oscuro. El labelo constituye su rasgo más distintivo: trilobado, con lóbulos laterales que se arquean a manera de pequeños cuernos, y un lóbulo central más ancho y prominente. Esta estructura la diferencia de especies cercanas y la hace inconfundible al observarla de cerca. La planta presenta inflorescencias multifloras, hojas grandes y robustas, y un porte firme, adaptado a las condiciones extremas del páramo.


La comparación con Pleurothallis dunstervillei fue necesaria para confirmar la novedad. Aunque comparten algunos rasgos, las diferencias son claras. El labelo de P. maitamae es más elaborado y con lóbulos laterales más marcados; las manchas púrpura se disponen de manera distinta; y la planta como tal muestra un hábito de crecimiento más robusto. Además, su distribución está restringida al páramo de Las Palomas, lo que refuerza su carácter único.


Figura 2. Comparación entre las flores de Pleurothallis maitamae y P. dunstervillei.A. Vista general de las flores de P. maitamae. B. Vista detallada del labelo y la columna de P. maitamae. C. Vista general de las flores de P. dunstervillei. D. Vista detallada del labelo y la columna de P. dunstervillei. Fotografías de Mark Wilson (C) y Kevin Holcomb (D).
Figura 2. Comparación entre las flores de Pleurothallis maitamae y P. dunstervillei.A. Vista general de las flores de P. maitamae. B. Vista detallada del labelo y la columna de P. maitamae. C. Vista general de las flores de P. dunstervillei. D. Vista detallada del labelo y la columna de P. dunstervillei. Fotografías de Mark Wilson (C) y Kevin Holcomb (D).

Un nombre con memoria: Orquídea Maitamá


El nombre de la nueva especie rinde homenaje al Cacique Maitamá, líder indígena del cañón del río Arma. Se trata de un reconocimiento a la memoria cultural de los pueblos originarios de los Andes Centrales, cuya historia y resistencia forman parte del mismo territorio donde florece esta orquídea. En ese sentido, el acto de nombrar no es únicamente un proceso científico, sino también una forma de rescatar la dimensión cultural y simbólica de la biodiversidad.

Ciencia participativa: motor del descubrimiento


La Orquídea Maitamá es un ejemplo contundente del poder de la ciencia participativa. Todo comenzó con observaciones ciudadanas registradas en una aplicación de acceso abierto. Sin esas fotografías iniciales, tomadas por estudiantes curiosos, el descubrimiento quizá nunca habría ocurrido. La colaboración entre ciudadanos, aficionados, investigadores locales y expertos internacionales permitió que una planta que podría haber pasado inadvertida llegara a convertirse en un nuevo nombre para la ciencia.


Este hallazgo demuestra que la biodiversidad no se conserva solo desde los laboratorios o los herbarios, sino también desde la participación activa de la comunidad. La ciencia participativa democratiza el conocimiento, amplía los ojos de la investigación y genera oportunidades para que cualquier persona contribuya al descubrimiento y la conservación. En un país megadiverso como Colombia, donde aún quedan muchas especies por describir, este modelo es clave para avanzar en el conocimiento y protección de la vida.

Fragilidad del páramo de Sonsón y amenazas


El DRMI Páramo de Vida Maitamá – Sonsón es un ecosistema singular y extremadamente frágil. Abarca más de nueve mil hectáreas entre Antioquia y Caldas y fue declarado Distrito Regional de Manejo Integrado en 2019 para garantizar su conservación. Sin embargo, este reconocimiento no lo libra de las amenazas. El turismo masivo y no regulado ha generado daños evidentes en lugares como el Cerro Las Palomas, donde el tránsito descontrolado de visitantes ha provocado erosión de suelos, compactación, pérdida de vegetación y perturbación de especies sensibles. Ante esta situación, recientemente se decidió restringir el acceso a la zona, permitiendo únicamente visitas con fines científicos.


A estas presiones se suman los efectos del cambio climático, que altera las dinámicas de humedad y temperatura de los páramos, así como la expansión agrícola, la minería informal y la extracción de agua. La pérdida de conectividad ecológica entre los relictos de páramo es otro factor que incrementa su vulnerabilidad. No obstante, la declaratoria del DRMI ha permitido una mejor articulación entre entidades como Cornare, Corpocaldas, Parques Nacionales y comunidades locales, lo cual abre oportunidades para restaurar áreas degradadas y fortalecer procesos de conservación.


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La importancia de proteger la Orquídea Maitamá


La Orquídea Maitamá es un símbolo de la riqueza natural de los páramos y de la necesidad de cuidarlos. Al ser una especie endémica de un área tan restringida, su supervivencia depende directamente del estado de conservación del páramo de Las Palomas. Cada especie descrita aporta información única sobre las complejas relaciones ecológicas de estos ecosistemas, desde los polinizadores que la visitan hasta las adaptaciones fisiológicas que le permiten vivir en ambientes fríos y húmedos.


Proteger a Pleurothallis maitamae significa proteger también el entramado de vida que la rodea. Su valor no se limita a lo estético o científico: es también educativo y cultural. Puede convertirse en un emblema local para promover el respeto por los páramos y un motivo de orgullo para las comunidades de Sonsón, mostrando cómo su territorio sigue siendo fuente de hallazgos para la ciencia y el mundo.


Figura 3. Pleurothallis maitamae. A. Hábitat de P. maitamae ubicado en la zona de transición entre el bosque altoandino y el subpáramo. B. Vista dorsal detallada de las flores. C. P. maitamae creciendo en la parte basal de un tronco muerto con abundante materia orgánica. D. P. maitamae creciendo sobre un tronco vertical.
Figura 3. Pleurothallis maitamae. A. Hábitat de P. maitamae ubicado en la zona de transición entre el bosque altoandino y el subpáramo. B. Vista dorsal detallada de las flores. C. P. maitamae creciendo en la parte basal de un tronco muerto con abundante materia orgánica. D. P. maitamae creciendo sobre un tronco vertical.

Un llamado a la conservación


El descubrimiento de la Orquídea Maitamá es una invitación a mirar con atención el territorio, a reconocer que la biodiversidad que nos rodea todavía guarda secretos. Esta especie, registrada por primera vez gracias a la mirada de estudiantes aficionados y luego confirmada por expertos, nos recuerda que la ciencia es más poderosa cuando se construye de manera colectiva.


Pero este logro solo tendrá sentido si somos capaces de conservar su hábitat. La fragilidad del páramo de Las Palomas exige responsabilidad en su manejo, respeto por las normas de conservación y compromiso ciudadano. Desde la Corporación Viboral Biodiverso hacemos un llamado a apoyar la ciencia ciudadana, a participar en procesos de educación ambiental y a reconocer la importancia de áreas protegidas como el DRMI Maitamá–Sonsón.

El artículo científico completo con la descripción de la especie, sus ilustraciones y detalles técnicos está disponible en acceso abierto para quienes deseen profundizar:



La Orquídea Maitamá ya forma parte de la biodiversidad descrita de Colombia. Que también forme parte de nuestro futuro depende de la manera en que decidamos cuidar los páramos hoy.


La botánica Yudy Gallego examinando en campo un ejemplar de Pleurothallis maitamae durante la expedición de 2019 en el páramo de Las Palomas, registro que permitió la toma de fotografías y la elaboración de la lámina digital compuesta (LCDP)
La botánica Yudy Gallego examinando en campo un ejemplar de Pleurothallis maitamae durante la expedición de 2019 en el páramo de Las Palomas, registro que permitió la toma de fotografías y la elaboración de la lámina digital compuesta (LCDP)

 
 
 

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